lunes, 27 de abril de 2009

Cómo analizar un cuadro

"¿Qué es lo que hace a este conjunto singular y reconocible?"

Esto es lo que debemos preguntarnos a la hora de analizar una composición pictórica


"La composición precisa de una continua negociación entre fuerzas jerárquicas". En la signatura de Técnicas pictóricas me dijeron que cuando se cambia un elemento en una composición, inevitablemente esto nos llevará a cambiar el resto de los componentes. Si todo importa dentro de una obra, es lógico que un cambio conlleve a una serie de ajustes.


Debemos tener en cuenta para medir el peso visual: el tamaño, el color, la situación, la lejanía, la forma, la orientación, el tema representado.



Si los tonos claros sobre fondo oscuro tienen mayor peso, y si es más pesado el color q más contraste en un fondo igual, ¿estamos ante una composición equilibrada?













En este caso, a pesar de que todos los elementos presentan el mismo tamaño, existe un equilibrio, ya que somos conscientes del tamaño real del castillo, y por lo tanto inconscientemente le damos su peso real, por lo que la diferencia queda regulada al haber utilizado la profundidad como herramienta compositiva.


















La posición de los objetos determina en gran parte su peso visual: de más a menos peso comenzamos con la vertical, luego la diagonal y después la horizontal.














Elementos que a pesar de ser diferentes en lo particular, son semejantes en lo general, como las tres siluetas negras, tienden a ser asociadas como cosas iguales, parecidas o sino del mismo estilo.









La situación de los objetos determina la dirección.






La repetición de elementos provoca un ritmo.
















Si simplificamos al máximo esta composición podemos encontrarnos esto: las formas poligonales son la base de las formas complejas.

















Y otro dato importante son los cuatro ejes direccionales que aparecen en un cuadro: vertical, horizontal y diagonales, que por este orden añaden peso visual de más a menos.




Semejanza y diferencia, nivelación y agudización, términos opuestos que dan lugar a composiciones diferentes pero con el mismo resultado: equilibrio.




Mondrián es un claro ejemplo de la búsqueda del equilibrio perfecto.




















Pero este equilibrio no sólo se refiere al orden y a la forma, sino que también incluye términos y recursos como el color (con sus gamas)


























Equilibrio estático o dinámico:
























Y debemos tener en cuenta también el tipo de encaje, que Arnheim dividía en cuatro tipos:



Central







Binaria








Jerárquica





Atonal




El espacio pictórico es anisótropo (propiedades variables según la dirección en que se midan) por la gravedad y condiciona a los objetos que en él aparecen: a mayor altura un objeto mayor peso tiene. La cultura determina también la importancia en cuanto a derecha o izquierda.

lunes, 20 de abril de 2009

¿Qué es componer?



¿Cuál diriamos que está bien compuesta?




Según la idea preconcebida que tenemos sobre composición seguramente diríamos que en una pintura, escultura, foto, etc. cuanto más ordenados estén los elementos que aparecen, mejor es la obra.
Una obra más moderna aparentemente respeta menos las normas establecidas, pero hemos sido nosotros mismoa los que las hemos impuesto. por tanto: ¿qué es lo correcto?.

Tipos de composición

¿Cuántos tipos de composición podemos encontrar?

Podemos tener en cuenta qué destaca más en una obra:

la energía


La Gestalt definió muchos de los recursos que llevaban siendo utilizados desde siempre y que hacía referencia a los efectos psicológicos.





Recomposición de una imagen por semejanza y por relación con elementos conocidos, efectos visuales...


la información






Lo que una imagen nos puede indicar, transmitir, aclarar, etc. recibe el nombre de semiótica.



Los intentos semióticos de sistematizar la comunicación visual distan mucho del logro de una auténtico alfabeto de la imagen.
Gombrich, considerado por muchos como padre de la semiótica siempre mostró escepticismo frente a la idea de poder convertir la imagen en algo así como una partitura. Esta permitiría que la composición pudiese ser leída de igual modo por todo aquel que la contemplase.